El papa Francisco se disculpó el miércoles por golpear la mano de una mujer que lo sujetó y tiró de él hacia ella.
En sus deseos de Año Nuevo frente a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco confesó haber perdido la paciencia con la mujer mientras paseaba por esa misma plaza el martes por la noche para admirar una representación del nacimiento de Jesús.
Las cámaras capturaron la escena cuando la mujer, desde detrás de una barrera, extendió la mano y agarró la mano del papa, tirando violentamente de él hacia ella. Francisco reaccionó bruscamente, exclamó algo y luego le dio una palmada en la mano para que ella lo dejara ir. Frunciendo el ceño muy molesto, se dio la vuelta y se alejó.
En comentarios improvisados el miércoles, Francisco dijo: "muchas veces perdemos la paciencia. Yo también". Luego agregó: "Le digo que me disculpe por el mal ejemplo" por el incidente del martes.
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Denuncia violencia ciontra las mujeres
Por otro lado, en su homilía en la misa de Año Nuevo en la basílica de San Pedro, denunció el miércoles la violencia contra las mujeres y dijo que es como profanar a Dios.
Si se quiere un mundo mejor en el nuevo año, debería tratarse a las mujeres con dignidad, apuntó el pontífice, agregando que implicarlas en la toma de decisiones es clave para hacer que la humanidad sea más pacífica y esté unida.
Francisco criticó cuántas veces se sacrifican los cuerpos de las mujeres en el altar profano de la publicidad, de los beneficios, de la pornografía. El papa lamentó que, aunque las mujeres son las fuentes de la vida, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, obligadas a prostituirse o forzadas a abortar.
El pontífice elogió a las mujeres como donantes y mediadoras de paz y apuntó que deberían estar completamente asociadas con la toma de decisiones para hacer que el mundo esté más unido y en paz.
Una conquista para las mujeres es una conquista para toda la humanidad, agregó.
En su discurso, Francisco no mencionó los prejuicios contra la mujer existentes en la propia Iglesia católica donde, según las enseñanzas del Vaticano, no pueden ordenarse sacerdotes. Algunos miembros conservadores de la institución están escandalizados porque algunas parroquias permitan que haya niñas monaguillo.
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